Disfruto de las cosas simples, como recostarme en este sofá, sobre las almohadas rojas que desde hace poco se han vuelto confidentes en mis tardes de lectura, de escritura o de simple maquinación de historias, en las que puedo quedarme horas sentado sin llegar a ninguna idea, así como pueden llegar al cabo de cinco minutos. En un día nublado como hoy, podría quedarme aquí y perder la noción del tiempo, pues la realidad afuera no es ni será más entretenida. Un punto para el silencio, la soledad y la lluvia, que hoy en conjunto me arrullan para quedarme.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario