Desearía tener un gato. Un compañero silencioso que me acompañe a la media noche cuando el sueño no está dentro de la lista de cosas por hacer, cuando todo a mi alrededor está en silencio, cuando todo a mi alrededor es tan frío como la noche fuera de mi habitación. Oh, una mascota llenaría ese vacío, ese que ninguna persona podría llenar... pues no vivimos para cuidar personas; son tan libres como nosotros. Un pequeño compañero que requiera de cuidado, de tiempo, verlo crecer y aprender, entender el mundo a su alrededor. Sí... tal vez sea hora de una mascota, de una responsabilidad que me agrade.
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