viernes, 2 de diciembre de 2016

Balance

El equilibrio, la rectitud y la constancia, inhalar un poco más de aire y poner los pies en el suelo, físicamente agotado y contento de haber dado un paso más, de estar otra tarde suspendido en algo distinto a los recuerdos, a ideas tóxicas que bien podrían lanzar a cualquiera al suelo. Una vuelta, dos vueltas para limpiar la cabeza, agua para refrescar la garganta que ya no grita, que ya no habla de lo que era y simplemente olvida las cicatrices, las raspaduras de viejas caídas. Caídas metafóricas, caídas literales, viejos escenarios que ahora parecen guardados en un libro, en un libro polvoriento que se ha dejado en un cofre del cual se ha perdido la llave, un hoyo en la memoria. Después de cojear y cojear a través de los días, de las horas, bien era hora de levantarse una mañana y no ver más que las nubes, que el sol, que el cielo y la infinidad de posibilidades que aguardan; y pueden crear, desentrañar, engendrar realmente un nuevo camino, una variación en la vida de un sujeto cualquiera. Pasos temblorosos a través de la oscuridad, ideas firmes a través del tiempo que lentamente transforman la piel, la carne, la mente por completo, sumiendo un eterno letargo aEl equilibrio, la rectitud y la constancia, inhalar un poco más de aire y poner los pies en el suelo, físicamente agotado y contento de haber dado un paso más, de estar otra tarde suspendido en algo distinto a los recuerdos, a ideas tóxicas que bien podrían lanzar a cualquiera al suelo. Caídas, viejos escenarios que ahora parecen guardados en un libro, en un libro polvoriento que se ha dejado en un cofre del cual se ha perdido la llave, un hoyo en la memoria. Después de cojear y cojear a través de los días, de las horas, bien era hora de levantarse una mañana y no ver más que las nubes, que el sol, que el cielo y la infinidad de posibilidades que aguardan; y pueden crear, desentrañar, engendrar realmente un nuevo camino, una variación en la vida de un sujeto cualquiera. Pasos temblorosos a través de la oscuridad, ideas firmes a través del tiempo que lentamente transforman la piel, la carne, la mente por completo, sumiendo un eterno letargo a aquel que alguna vez se detuvo por el miedo. aquel que alguna vez se detuvo por el miedo.

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