martes, 9 de agosto de 2016

Vieja bicicleta

Un amanecer bajando la montaña a toda velocidad, con los frenos sirviendo a medias, es una buena dosis de adrenalina y estupidez. Necesito una nueva bicicleta, no quiero volver a un hospital por causa de esta. Recuerdo cuando era todo lo que podría desear, antes de los múltiples accidentes que lentamente train consigo una nueva modificación, un nuevo repuesto. En ese entonces solo me preocupaba por andar, por mantenerla a salvo e intacta. Luego llegó mayo y el suceso que lo cambió todo, los días bajo la lluvia y el óxido que hicieron de las suyas en su estructura y mi vieja amiga era ahora un riesgo para mi integridad. Quiero dejar esa historia atrás, y deshacerme de ella es lamentablemente un paso necesario. Buenos recuerdos a dos ruedas, los últimos que quedarán aquí.

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