martes, 1 de noviembre de 2016

Una noche cualquiera

Tantas mascaras en una noche cualquiera, tantos disfraces de tantos colores y tamaños que por un segundo la realidad parecía haberse alterado, el inicio de una semana cualquiera con creaturas no tan comunes, un mundo mágico a la vuelta de la esquina. Con una caminata nocturna, una con la mejor compañía posible, pude ver todas estas cosas sin dejar de sorprenderme, sin dejar de encontrar la belleza que veía esa misma noche cada año, las luces y los dulces y las risas inundando las calles con toda su alegría y todo su esplendor. Mi noche favorita del año, una para salir a perderse entre la multitud con una máscara, oculto y a la vez tan visible, un espíritu del subsuelo naciendo de las cenizas, surgiendo de la oscuridad de un edificio perdido en el tiempo para tomarse el mundo en unas horas. Eso, antes claro, en otros tiempos era mejor, era normal. Con los años simplemente aprendí a apreciar el espectáculo, un espectador que con cada paso recuerda cada minuto, cada segundo en la escena; no dejó de ser mi noche favorita, simplemente cambié de papeles en ella. Hoy, al despertar, las caras nuevas vistas en la víspera aparecían ante mis ojos nuevamente como fotografías, completamente mentales, de lo que fue otro paseo bajo las estrellas. Las voces de las mujeres y los hombres que caminaban a nuestro alrededor le daba cierto ambiente al lugar, cierta sensación de no estar solos y sin embargo completamente aislados del resto, de la realidad y cualquier clase de interacción; todos en su mundo, todos en su cuento. Las luces en las paredes resplandecían con fuerza mientras lentamente el lugar se quedaba vacío, todos volvían a casa en una noche de lunes exhaustos y quizá deseosos de no tener que despertar temprano al día siguiente. Yo no tenía que hacerlo, y me quedé en cama por varias horas analizando que podría decir de mi noche favorita, de la única noche en la que me siento completamente vivo. No tenía palabras hace un año, ni dos, ni tres. No fingiré que las tengo hoy. La burbuja sigue sin reventar y sin embargo se ha expandido un poco, puede ver otros horizontes que no son suficiente, que no son algo pare presumir pero si para tener en cuenta, como un recordatorio de dónde estamos y para dónde vamos. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario